Esta entrada trata sobre un cuento que escribí en quinto:
Erase una vez un duendecillo que vivía en el norte de Noruega. Era muy pequeño y su trabajo, era meterse en la nariz de la gente para producirles alergias y constipados. El se llamaba Griler Mostry y le gustaban los helados de Noruega del sur. Los duendes cuando se metían en la nariz de la gente tenían que salir en cinco minutos sino se quedarían encerrados para siempre.
Un día Griler vio una nariz enorme y pensó que metiéndose dentro y probocándole un resfriado ganaría mucho dinero para su familia entonces intento meterse en ellas. Pero eran muy fuertes y dijo:
-Si quiero entrar ahí tendré que esforzarme.
y lo intentó otra vez, más fuerte que ningún duende empujó y empujó hasta meterse dentro. Ya dentro de la nariz empezó a echar polvos de alergia. Muy pronto empezó a salir pero tan fuerte era el resfriado que los mocos taponaban la salida. Entonces empezó a pensar en una manera de salir. Quedaban dos minutos y todavía no sabía que hacer. Griller pensó que podía salir por la boca por que están conectadas.Fue hacia la lengua y se tumbó en ella esperando que el señor estornudase. Pero no estornudó Griller se preguntaba que pasaba, pensó que el polvo no le afectó, subió a la nariz y echó toda la bolsa de polvos de alergia.Luego bajo a la lengua y justo cuando el tiempo se había acabado el señor estornudo y salió de la boca del señor. luego fue a la oficina del jefe reclamando el dinero. Y el jefe le dijo:
-Toma tu dinero duende de las narices.
Y la familia de Griler se pulo muy contenta.
Espero que os haya gustado.
lunes, 19 de julio de 2010
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