Esta magnífica obra de arte la pinté para un concurso que organiza Tamayo, que se llama zipristin y el tema era el agua. Estaba situado en el final del paseo nuevo de Donostia , justo encima del acuario, donde rompían las olas y de vez en cuando nos saltaban unas pequeñas gotas de agua en la cara. No, todo eso es mentira pero se estaba a gusto aunque hacía un poco de viento y a Luis se le cayó el caballete, hizo como una vela de un barco, el aire le dio por detrás y salió disparado hacia él y luego tuve que estar sujetándolo porque tenía miedo a que se le cayese.
domingo, 6 de diciembre de 2009
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